También conocidos como disfunción temporomandibular o disfunción craneomandibular, (DCM), son un conjunto de alteraciones relativas a la articulación temporomandibular y las estructuras anatómicas que la rodean
Estos trastornos se manifiestan habitualmente con dolor crónico de cabeza o de la cara. El dolor puede producirse al abrir o cerrar la boca y suele acrecentarse con el uso de la mandíbula.
Para más información puedes escribirnos al contacto@williamcollio.com
El bruxismo corresponde a la afección o hábito de apretar los dientes sin una función específica. Los pacientes realizan este apriete o rechinamiento de los dientes de manera inconsciente. Existe el bruxismo de día (despierto) y el bruxismo de sueño que, se acompaña generalmente con rechinamiento dentario. En muchas ocasiones no será el mismo paciente quien lo escuche, sino que terceras personas.
Articulares[/dfd_heading][dfd_spacer screen_wide_resolution=”1280″ screen_wide_spacer_size=”15″ screen_normal_resolution=”1024″ screen_tablet_resolution=”800″ screen_mobile_resolution=”480″ screen_normal_spacer_size=”15″ screen_tablet_spacer_size=”15″ screen_mobile_spacer_size=”15″]
Los ruidos articulares son sonidos, como crujidos o chasquidos, que los pacientes perciben asociados a la mandíbula. Este ruido puede ser una aparición repentina, algunas veces asociado a un golpe, también puede aparecer después de un tratamiento de ortodoncia o tras una atención odontológica. Estos ruidos debes ser tratados por un especialista en trastornos temporomandibulares.
Temporomandibular[/dfd_heading][dfd_spacer screen_wide_resolution=”1280″ screen_wide_spacer_size=”15″ screen_normal_resolution=”1024″ screen_tablet_resolution=”800″ screen_mobile_resolution=”480″ screen_normal_spacer_size=”15″ screen_tablet_spacer_size=”15″ screen_mobile_spacer_size=”15″]
La artrosis de la articulación temporomandibular es una enfermedad degenerativa articular cuya prevalencia va entre 22% a 38% de la población. Es más común de encontrar en personas cercanas a los 60 años. Sin embargo, también es posible detectar cambios morfológicos en pacientes adolescentes.