Los planos de relajación no eliminan el bruxismo
Los planos de relajación cumplen una función fundamental para ayudar a quienes padecen bruxismo, pero no eliminan este hábito que afecta a hombres y mujeres por igual.
Los planos de relajación NO son la solución al bruxismo, es lo primero que cualquier persona que rechina sus dientes debe saber. La mayoría cree que con ellos el problema se acabó y lo cierto es que su función es aliviar las consecuencias. Estas férulas (protectores) pueden ayudar a disminuir dolores de cabeza, cuello y mandíbula. Además, protege los dientes del desgaste que produce el rechinamiento.
Es muy relevante que si sufres de bruxismo acudas a un especialista en trastornos temporomandibulares. Son odontólogos capacitados y certificados para dar solución a este tipo de males. Tras una evaluación indicarán el uso, o no, de planos de relajación. Esto acompañado de un tratamiento que dependerá de cada caso.
¿Cuál es el tratamiento del bruxismo?
Lo primero en un diagnóstico completo es un análisis clínico (músculos, articulaciones, dientes) y una entrevista con el paciente para conocer sus hábitos, descanso, horas de trabajo, etc. Esto permitirá conocer la existencia de elementos que podrían estar influenciando en la aparición del bruxismo.
Al conocer las causas que generan el bruxismo se puede complementar con tratamiento farmacológico y cambios de hábitos.
¿Cuáles son las causas del bruxismo?
- Factores tensionales como estrés
- Mala calidad del sueño
- Despertar nocturno
- Reflujo gastroesofágico
- Ronquidos
El bruxismo, que es el hábito inconsciente que consiste en apretar o rechinar los dientes afecta a hombres y mujeres por igual. Existe bruxismo en vigilia (cuando estás despierto) y bruxismo de sueño (mientras duermes).
El equipo del Dr. William Collio, especialista en Trastornos Temporomandibulares y Dolor Orofacial, desarrollaron planos de relajación con tecnología 3D. Esto permite:
- Escanear y digitalizar los dientes.
- Se obtiene una imagen real del paciente y se procesa en un computador.
- Gracias a un programa especial diseñan y entregan las características que debe tener el plano.
- Finalizado ese proceso, se envía la orden a una impresora que construye el plano con una resina resistente.
- Luego se lleva a la boca del paciente.
El tiempo total de trabajo es de máximo 4 horas. A diferencia de un plano tradicional cuyo tiempo puede llegar a ser 3 semanas.